Qué es la artrosis
Cuando hablamos de artrosis estamos haciendo referencia a una condición que afecta a la salud de las articulaciones.
Estas sufren un desgaste que puede ser a causa del envejecimiento o del uso extremo de la articulación, algo que produce dolor y molestias.
La artrosis afecta a zonas como el cartílago, el hueso y el tejido blando de la articulación y, aunque puede afectar a cualquier persona, lo cierto es que suele tener mayor incidencia en mujeres.
Esta afección afecta a zonas del cuerpo como las caderas, las rodillas, las manos, los pies y la columna vertebral; con el paso de los años, la artrosis puede reducir la movilidad de la zona y producir graves molestias en el día a día.
Las consecuencias de esta condición dependerán del grado en el que nos encontremos ya que, cuanto más grave sea, mayor será el dolor y más posibilidades tendremos de poder solicitar la incapacidad permanente.
Grados de la artrosis
Para saber si se puede obtener o no, una incapacidad permanente por artrosis hay que tener en cuenta los diferentes grados de esta enfermedad; los grados más altos son los que permiten la solicitud de la baja permanente.
Son los siguientes:
- Grado 0 (Normal): este grado indica que no hay signos de artrosis ni de daño articular.
- Grado 1 (Menor): el paciente tiene un desgaste articular muy leve y, por eso, apenas siente dolor.
- Grado 2 (Leve): existe un crecimiento del espolón óseo, algo que produce un dolor leve, sobre todo cuando el paciente permanece sentado durante mucho rato.
- Grado 3 (Moderado): la superficie del cartílago experimenta una erosión que reduce la brecha que hay respecto al hueso. Las articulaciones se inflaman y se puede sentir dolor al caminar, al correr, al agacharse, etc.
- Grado 4 (Severo): el espacio que hay normalmente entre el hueso se ha reducido mucho y, por eso, las articulaciones pueden volverse rígidas. Aquí ya hablamos de inflamación crónica y de dolores en nuestro día a día.
Cómo pedir la baja laboral por artrosis
Para poder pedir la incapacidad permanente por artrosis, lo primero es acudir al médico para que realice un diagnóstico del estado de salud y valore es necesaria expedir la baja médica o incapacidad temporal.
La incapacidad permanente se concede únicamente a las personas que no pueden tener una vida normal y corriente a causa de la artrosis; para ello, se averiguará cuál es el grado de artrosis que experimenta y se llegará a una resolución.
En el caso de que la artrosis impida al paciente desempeñar su trabajo con normalidad se puede solicitar una pensión por incapacidad total.
En estos casos, la pensión vitalicia que se obtiene es del 55% de la base reguladora.
Pero si la enfermedad impide que el paciente desempeñe cualquier tipo de actividad, el derecho de la pensión puede llegar a ser del 100%.
En cualquier caso, es importante consultar con un abogado experto en esta materia para saber cómo proceder.
En Marben Abogados tenemos a un equipo de profesionales cualificados que pueden ayudar a resolver cualquier duda que pueda surgir.