El Tribunal Supremo ha dado un giro importante en el ámbito laboral. Ahora, las empresas deben escuchar al trabajador antes de despedirlo por motivos disciplinarios. Esta decisión cambia las reglas del juego y refuerza los derechos de los empleados.
¿Qué significa esto en la práctica? Imagine que un jefe está a punto de despedir a alguien por llegar tarde todos los días. Antes, podía hacerlo sin más. Ahora, tiene que sentarse con el trabajador y oír su versión. Quizás descubra que el empleado tiene un problema de transporte o una situación familiar complicada.
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Esta nueva norma no impide los despidos, pero sí obliga a las empresas a ser más justas. Es como si antes de echar a alguien del equipo de fútbol, el entrenador tuviera que preguntarle por qué no está rindiendo.
El Supremo ha tomado esta decisión basándose en los convenios de la Organización Internacional del Trabajo. España, al firmar estos acuerdos, se comprometió a seguir ciertas prácticas laborales. Una de ellas es esta famosa “audiencia previa”.
Hasta ahora, había diferencias entre regiones. En Cataluña ya se aplicaba esta práctica, mientras que en Madrid los jueces no la consideraban obligatoria. Con esta sentencia, se unifica el criterio para todo el país.
¿Y qué pasa si una empresa no cumple? Pues que el despido se considera improcedente. Esto significa que tendrán que pagar una indemnización más alta o readmitir al trabajador. Es como si le pusieran tarjeta roja al empresario por no jugar limpio.
El caso que ha llevado a esta decisión es bastante peculiar. Ocurrió en las Islas Baleares, en una escuela de arte dramático. Un profesor fue acusado de acoso sexual por 25 alumnas. La escuela lo despidió sin más, basándose en los informes de la Inspección y del Instituto Balear de la Mujer.
El profesor recurrió, no porque negara los hechos, sino porque no le dieron la oportunidad de defenderse. Y ahí está el quid de la cuestión: incluso en casos graves, el trabajador tiene derecho a ser escuchado.
El Supremo ha dicho: “Sí, hay que escuchar al trabajador antes de despedirlo”. Pero también ha añadido una coletilla importante: “A menos que no sea razonable pedirle esto al empresario”. Es como decir: “Hay que dar la oportunidad de hablar, salvo que sea imposible o peligroso”.
En el caso del profesor, el tribunal ha dicho que, como en 2021 no existía esta norma, la escuela no estaba obligada a escucharlo. Así que el profesor tendrá que volver a empezar todo el proceso judicial. Es como si le dijeran: “Tienes razón, pero llegaste tarde a la fiesta”.
Esta decisión del Supremo es un cambio importante en el mundo laboral español. Da más poder a los trabajadores, pero también más responsabilidad a las empresas. Es un intento de equilibrar la balanza entre los derechos de los empleados y las necesidades de los empresarios.
Para los trabajadores, esto significa una capa extra de protección. Ya no pueden ser despedidos sin más por motivos disciplinarios. Tienen la oportunidad de dar su versión de los hechos, de explicarse, de defenderse.
Para las empresas, supone un paso más en el proceso de despido. Tendrán que documentar no solo los motivos del despido, sino también que dieron al trabajador la oportunidad de defenderse. Es como si ahora, además de la carta de despido, tuvieran que presentar un acta de la conversación con el empleado.
Esta nueva norma puede tener efectos interesantes. Por un lado, puede llevar a que haya menos despidos improcedentes. Si las empresas tienen que escuchar al trabajador, es posible que en algunos casos se den cuenta de que el despido no está justificado.
Por otro lado, puede hacer que los procesos de despido sean más largos y complicados. Las empresas tendrán que ser más cuidadosas y documentar todo mejor. Esto podría llevar a que algunas empresas sean más reacias a contratar, por miedo a no poder despedir fácilmente.
También es posible que esta norma lleve a más negociaciones entre empresas y trabajadores. Si ambas partes tienen que sentarse a hablar antes del despido, quizás encuentren soluciones alternativas en algunos casos.
En cualquier caso, esta decisión del Supremo marca un antes y un después en las relaciones laborales en España. Es un cambio que afecta a millones de trabajadores y a todas las empresas del país.
Es importante destacar que esta norma se aplica a los despidos disciplinarios, no a todos los tipos de despido. Los despidos por causas objetivas, como los económicos, tienen sus propias reglas.
Preguntas frecuentes
¿Qué derechos tiene un trabajador frente al despido según el Tribunal Supremo?
El Tribunal Supremo ha establecido que los trabajadores tienen derecho a ser escuchados antes de un despido disciplinario. Esto significa que la empresa debe dar al empleado la oportunidad de explicar su versión de los hechos. Es un derecho fundamental que protege al trabajador de decisiones arbitrarias.
¿Cómo deben proceder las empresas al despedir según el alto tribunal?
Las empresas deben seguir un proceso claro. Primero, deben citar al trabajador a una reunión. En ella, explicarán los motivos del posible despido. Luego, deben escuchar atentamente la versión del empleado. Solo después pueden tomar una decisión final sobre el cese.
¿Cuándo es obligatorio hacer una audiencia previa al despido?
Es obligatorio en todos los casos de despido disciplinario. No importa si el trabajador es representante sindical o no. Tampoco importa lo que diga el convenio colectivo. La audiencia previa es un derecho universal para todos los empleados.
¿Qué pasa si una empresa no escucha al trabajador antes de despedirlo?
Las consecuencias pueden ser serias. El despido podría considerarse improcedente o nulo. Esto obligaría a la empresa a readmitir al trabajador o pagar una indemnización mayor. Además, podría enfrentar multas por incumplir la normativa laboral.
¿Cómo protege el Tribunal Supremo a los trabajadores en un despido?
El Tribunal Supremo actúa como garante de los derechos laborales. Sus sentencias crean jurisprudencia que todas las empresas deben seguir. Al exigir la audiencia previa, el tribunal busca evitar despidos injustos y dar a los trabajadores una oportunidad de defensa.
¿Cómo puede un empleado impugnar un despido irregular?
Un trabajador puede impugnar un despido si cree que no cumplió los requisitos legales. Debe presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social en los 20 días siguientes al despido. Es recomendable buscar asesoramiento legal para preparar una defensa sólida.
Enlaces de interés

Abogado y fundador de Marben Abogados, con más de 15 años de experiencia práctica llevando casos ante la jurisdicción social. Es miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona y especialista en derecho laboral, dentro de esta área del derecho en casos de despido y acoso laboral. Es Licenciado en Derecho por la UB, y cursó el programa D.I.N de ESADE (2003). Asiste regularmente al Foro Aranzadi Social de Barcelona desde hace años, y a ponencias relacionadas con Derecho Laboral.




