
Incapacidad Permanente. Cuándo y por qué el INSS la puede revisar
¿Tienes concedida una incapacidad permanente y te preocupa que puedan quitártela o reducirla?. Esta es una inquietud legítima que comparten
La discopatía degenerativa es una afección que afecta los discos intervertebrales de la columna vertebral. Estos discos son estructuras amortiguadoras entre las vértebras que permiten el movimiento y absorben el impacto. Con el tiempo, debido al envejecimiento natural o a factores como la carga repetitiva, lesiones o predisposición genética, los discos pueden degenerarse y sufrir cambios estructurales.
Cuando la discopatía degenerativa, especialmente con protrusiones discales en áreas específicas como L4-L5 y L5-S1, afecta significativamente la capacidad de una persona para trabajar, puede considerarse la opción de solicitar el reconocimiento de una incapacidad laboral. Esto implica demostrar, a través de documentación médica y evaluaciones especializadas, cómo la condición afecta la capacidad del individuo para realizar las tareas esenciales de su trabajo.
La Discopatía Degenerativa es una afección de la columna vertebral que puede tener un impacto significativo en la capacidad de una persona para desempeñarse laboralmente. En este post, exploraremos detenidamente las protrusiones discales en las regiones L4-L5 y L5-S1, y cómo estas pueden ser causantes de incapacidad laboral.
Las protrusiones discales ocurren cuando las fibras del anillo vertebral comienzan a deteriorarse y no pueden contener correctamente al núcleo pulposo, lo que genera un abombamiento de las fibras que rodean al disco vertebral, que, al encontrarse debilitado, puede favorecer la aparición de una hernia discal si el anillo fibroso se rasga y el núcleo sale hacia fuera a través de una fisura.
Sin embargo, es importante recordar que no todas las protusiones discales terminan formando una hernia discal.
Las protusiones más habituales se producen entre las vértebras L4-L5 y L5-S1 (lumbares), aunque también son frecuentes entre C5-C6 y C6-C7 (cervicales).
En el caso específico de las regiones L4-L5 y L5-S1, si la protusión discal causa inflamación del disco, de la raíz nerviosa y de los tejidos blandos, o si comprime la raíz nerviosa, puede afectar a la sensibilidad del nervio o a la parte motora, lo que se traduciría en hormigueos y pérdida de fuerza.
Las personas que sufren de protrusiones discales en las regiones L4-L5 y L5-S1 a menudo experimentan síntomas como dolor lumbar, irradiación hacia las extremidades inferiores, entumecimiento y debilidad. Estos síntomas pueden dificultar la realización de actividades laborales que requieran movimientos repetitivos, estar sentado durante largos períodos o levantar objetos pesados.
La mayoría de las lesiones por protrusión discal requieren varias semanas, e incluso meses, para una recuperación completa. Durante este período de recuperación, es común que los discos afectados permanezcan debilitados, lo que complica aún más el retorno al trabajo. Esta debilidad residual puede hacer que el trabajador sea más susceptible a nuevas lesiones y a experimentar dolor recurrente.
Dependiendo de su gravedad y de si se han cronificado, estos síntomas pueden llegar a ser incapacitantes y motivo de que se alargue la baja laboral, por lo que es posible solicitar una paga por incapacidad permanente en grado de total para la profesión habitual o absoluta.
Es crucial obtener un diagnóstico preciso mediante pruebas de imagen, como resonancias magnéticas, para identificar la presencia de protrusiones discales. El tratamiento puede variar desde opciones conservadoras, como fisioterapia y medicamentos, hasta intervenciones más invasivas, como la cirugía, dependiendo de la gravedad del caso.
Aquellos que enfrentan protrusiones discales en las regiones L4-L5 y L5-S1 y experimentan limitaciones sustanciales en su capacidad laboral pueden ser elegibles para el reconocimiento de la incapacidad laboral. Es fundamental contar con documentación médica completa y precisa para respaldar la solicitud de beneficios, destacando cómo la condición afecta directamente la ejecución de tareas laborales.
Una protrusión discal puede causar incapacidad laboral, especialmente si afecta significativamente la capacidad para realizar el trabajo habitual. La incapacidad permanente puede ser parcial o total, dependiendo de la gravedad de la protrusión y de sus consecuencias en la capacidad laboral del individuo.
Si la protrusión discal ha sido causada por el trabajo, se puede solicitar la calificación como accidente de trabajo o enfermedad profesional, lo que puede conllevar beneficios adicionales.
Para obtener la Incapacidad Permanente por protrusión discal:
La degeneración discal cervical en las vértebras C5, C6 y C7 señala un deterioro de los discos intervertebrales en la columna cervical, focalizándose en una zona crítica para la movilidad y función del cuello.
Esta forma de discopatía degenerativa cervical, al igual que su contraparte lumbar, puede desencadenar situaciones de incapacidad permanente. Sin embargo, resulta imperativo plasmar todas las limitaciones y molestias en informes médicos elaborados por especialistas, los cuales certifiquen el estado del trabajador de manera rigurosa.
La discopatía degenerativa cervical en la región C5-C6-C7 se manifiesta con síntomas que abarcan desde dolor cervical persistente hasta posibles complicaciones neurológicas. La evaluación precisa de estos síntomas por parte de profesionales médicos especializados es esencial para comprender el alcance de la afectación y respaldar cualquier solicitud de reconocimiento de incapacidad laboral.
la discopatía degenerativa cervical en la región C5-C6-C7 no solo puede resultar en incapacidad laboral, sino que también demanda una atención médica y documentación meticulosa. La comprensión profunda de los síntomas, su impacto en la capacidad funcional y la presentación de informes médicos detallados son elementos esenciales para respaldar la búsqueda de reconocimiento de incapacidad laboral en casos de esta naturaleza.
La respuesta rápida es SÍ. Con todos los síntomas que hemos descrito con anterioridad, hay muchos de nuestros representados a los que han reconocido una incapacidad permanente.
En efecto, es viable obtener una compensación por discopatía degenerativa. Resulta crucial contar con informes especializados que retraten de manera precisa la condición, incluyendo las limitaciones que conlleva. Informes elaborados por traumatólogos, reumatólogos, neurocirujanos o rehabilitadores adquieren una importancia destacada al presentar la documentación necesaria para avalar la enfermedad.
De manera análoga, existe la opción de solicitar una calificación de discapacidad debido a la discopatía lumbar, si bien el grado dependerá de diversos factores, principalmente las limitaciones experimentadas por el paciente. Además, se considerarán otras patologías diagnosticadas que puedan coexistir.
No existe un lapso promedio establecido, ya que el tiempo de ausencia laboral varía significativamente. Algunas personas pueden estar ausentes por apenas unas semanas o un par de meses, mientras que otras podrían extender su baja por más de un año. Este período depende de la gravedad y alcance de la patología, así como de la edad y el estilo de vida del individuo afectado. La evaluación médica será determinante para determinar la duración adecuada de la baja y su eventual retorno al ámbito laboral.
Es muy recomendable buscar asesoramiento legal especializado para entender el proceso y las posibilidades de obtener la incapacidad por protusiones en la espalda.
Un abogado de incapacidades aporta conocimientos especializados en el complejo campo del Derecho Laboral y de la Seguridad Social, interpreta los documentos, identifica los informes médicos necesarios y prepara la estrategia para respaldar tu solicitud de incapacidad permanente ante el INSS.

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